Biomateriales
En este capítulo contaremos cómo nos están ayudando en el Fab Lab de Sevilla a repensar el humus que sobra como material de construcción. Pero, antes de nada, ¿sabéis que es el FabLab?
El FabLab de Sevilla es un nodo de una red internacional que surgió con una potente idea: democratizar la fabricación. Que cualquier persona, en cualquier parte del mundo, pueda diseñar y fabricar localmente casi cualquier cosa… con herramientas accesibles y en red.
En Sevilla, esa visión empezó a tomar forma gracias a José Pérez de Lama, que impulsó el primer Fab Lab en una universidad pública andaluza. Desde entonces, muchas personas han enriquecido el proyecto como Juan Carlos, José Lauhle… y más recientemente, Adriano Jiménez, que lo está llevando al barro.
Literal! Porque Adriano está trabajando especialmente con la impresión digital en arcilla. Arcilla que puede combinarse con humus, logrando un material biodegradable. Pero claro, esto no es como fundir plástico.
Exacto. Las impresoras 3D trabajan normalmente con un filamento continuo de plástico que se funde. Pero cuando imprimimos con barro o humus, no hay filamento. Hay una masa húmeda que necesita otra lógica de impresión.
Por eso, Adriano comenzó a hackear impresoras económicas tipo Anycubic cambiando el extrusor térmico de plásticos por un sistema de aire comprimido con piezas fabricadas por él mismo… ¡y funcionó! Pero solo si la mezcla tiene la textura y la proporción justa.
Así, podemos utilizar barro puro con un poco de agua para fabricar piezas de cerámica en 3D, por ejemplo una vermicompostera más fresca que las de plástico.
Si mezclamos humus y barro en proporción 1 a 9, también podemos hacer torres biodegradables para lombrices. Dispositivos que sirvan para transportar y albergar las lombrices en suelos frescos durante el verano. Y que conforme se vayan degradando, enriquezcan la tierra donde se depositan.
Si subimos la mezcla 2 a 8, podemos hacer pequeñas macetas compostables para semillar. Incluso subiendo la proporción 5 a 5, podemos fabricar bolas de siembra, conocidas como nendo-dango.
Todo pensado para que nada sobre y todo vuelva a la tierra, enriqueciéndola. Porque el humus no sólo nutre el suelo. También puede ayudarnos a regenerar formas de pensar, de crear y de vivir.
En los próximos episodios, te contaremos más sobre los artefactos que fabricamos con estos materiales.