Hackeo de macetas
Nos gustaría comenzar preguntándonos si antes de usar o comprar algo pensamos: ¿De qué estará hecho? ¿Qué impacto habrá generado su fabricación? ¿Cuánta energía habrá necesitado para llegar aquí?...
Este run-run en la cabeza, nos ha acompañando continuamente en el proyecto, impulsándonos a pensar cómo podríamos construir nuestro huerto con materiales locales y técnicas accesibles que no generarán más daño al mundo.
Es por ello que estamos intentando crear nuevos vínculos entre los materiales que tenemos a disposición como el agua de los aires acondicionados, la arcilla típica del valle del Guadalquivir, el humus de lombriz o las semillas de los huertos urbanos.
También estamos intentando aprovechar las nuevas técnicas de impresión 3D para combinar inteligentemente estos materiales en la fabricación de los objetos necesarios para nuestro huerto.
Pero a veces también nos preguntamos qué necesidad hay de crear todo desde cero y si acaso no es más inteligente utilizar objetos que ya existen y complementarlos con nuevas piezas impresas que permitan amplificar su función.
¿Podríamos utilizar las tradicionales macetas de barro de 15 litros que estamos usando en el jardín vertical?
Claro que sí! Por ejemplo, podríamos hackearlas con una cubierta impresa en cerámica que capte el agua de los aires acondicionados y lo distribuya por la superficie de la maceta, refrigerando por evapotranspiración.
¡Una magnífica estrategia para utilizarla como vermicompostera y mantener a las lombrices frescas durante el verano!
También podríamos crear plantillas específicas de semillado, que nos ayudarán a distribuir especies diversas y el humus necesario en la maceta… ohhh! eso es una idea muy sabrosa. Incluso podríamos concebir las macetas como pequeños ecosistemas culinarios… pero de esto hablaremos en el próximo capítulo.